El sheikh Rached al-Ghannoucgi nació en El Hamma (un pueblo en el sur de Túnez) el 22 de junio de 1941. Estudió en la mezquita Ezzeituna y trabajó después como institutor en Túnez capital. Licenciadio en filosofía de la Universidad de Damasco en 1968. Empezó la preparación del doctorado en la Universidad de la Sorbona (Francia), pero no pudo terminar los estudios por razones personales.
Preparó su tésis doctoral sobre “Las libertades públicas en el Estado islámico”, pero no pudo presentarla en La Facultad de Teología en Túnez por las circunstancias de su prisión y de su exilio. Sin embargo , el libro vio la luz en el Líbano, en 1993.
Participó en la fundación del M.T.I (Movimiento de la Tendencia Islámica), del que fue designado presidente en 1981. El MTI dio origen al partido En Nahda, del que siguió siendo su presidente.
Trabajó en periodismo. Fue redactor jefe de la revista Al Maarifa (la sabiduría) y dirigió la revista Al Mujtamaa (la sociedad) y el periódico Al Habib, como también escribió en muchísimas revistas árabes y extranjeras.
Publicó diversos libros y estudios, como por ejemplo: “Nosotros y Occidente”, “El movimiento islámico y la modernidad”, “La mujer entre El Corán y la realidad de la sociedad”, “Los principios fundamentales de la democracia y el gobierno islámico”, entre otros.
Fue condenado a prisión en cuatro oportunidades: en 1981, a 11 años, y en 1987, 1992 y 1996, a perpetuidad.
Rached al Ghannouchi es uno de los líderes islámicos más importantes. Desde que fue expulsado de su país, Túnez, en 1989, vive en los suburbios de Londres. El gobierno de Túnez lo exilió por sus actividades políticas al frente del movimiento En Nahda (El Renacimiento). Condenado a muerte por el ex presidente Habib Burguiba y acusado de querer derrocar al gobierno tunecino, se le niega la entrada a muchos países, entre ellos, a Estados Unidos, Egipto y el Líbano. En marzo de 1995 fue expulsado de España después de dictar una conferencia sobre el tema “Islam frente a la modernidad” en la Universidad Islámica de Córdoba.
Sus adversarios lo acusan de ser una persona peligrosa y antioccidentalista, cosa que niega él fervientemente.
Rached Al Ghannouchi no sólo es uno de los líderes islámicos más importantes. Su pensamiento crítico provoca revuelo, fervorosa aceptación o profundo rechazo, especialmente porque siempre está dispuesto a criticar a los movimientos islámicos -o al régimen iraní- y abierto al diálogo con Occidente.