El emir de Bahrein, jeque Hamad bin Isa al-Khalifa, es el hijo mayor del anterior emir, jeque Isa bin Salman al-Khalifa. Nació en Riffa el 28 de enero de 1950.
Inició su educación primaria en Bahrein, centrándose en la recitación del Corán y los principios islámicos, así como en la poesía árabe, especialmente la poesía de Nabati y los poetas beduinos.
Desde muy joven fue, por indicación de su padre, un asiduo concurrente al Majlis (Parlamento), cuyos debates están abiertos al pueblo.
Desde muy joven se interesó por los deportes, especialmente la natación, la equitación y el tiro y en su gestión al frente del emirato ha dado un fuerte patrocinio a los deportistas.
El 17 de junio de 1964 fue proclamado príncipe de la corona. Completó sus estudios secundarios en la escuela pública en Cambridge, Inglaterra, y regresó a Bahrein en 1967. También estudió en la escuela de cadetes Mons Officer de Aldershot, Inglaterra, y en la academia de Sandhurst.
A su regreso, el jeque Hamad jugó un papel muy activo en la creación de las Fuerzas de Defensa de Bahrein (BDF, por sus siglas en inglés), de las que fue su comandante en jefe desde su creación, en agosto de 1968.
Se casó con una prima, de cuya unión nacieron tres varones: Salman, Abdullah y Khalifa y una niña: Najla.
Él 15 de gosto de 1971 fue nombrado ministro de Defensa, cartera que siguió manteniendo hasta la formación del actual gabinete.
El 21 de junio de 1972, el jeque Hamad se unió al ejércitro norteamericano y fue oficial del estado mayor en Fort Leavenworth, Kansas. Fue condecorado con la medalla de la libertad por el alcalde de Kansas. Logró el diploma nacional en administración militar el 31 de mayo de 1972, en la Universidad Industrial para las Fuerzas Arrmadas, en Washington.
Después de su retorno de los Estados Unidos, el jeque Hamad tomó parte activa en el desarrollo general del país y el proceso de la expansión de las fuerzas armadas.
Su interés en los caballos árabes lo llevó a establecer los establos del emirato, que están registrados en la Organización Mundial de Caballos Arabes. También es responsable del establecimiento del Centro de Estudios e Investigación de Bahrein, una entidad dedicada a la investigación científica y tecnológica. Otra de sus aficiones es el pilotaje de helicópteros y forma parte del Club de Helicópteros del Reino Unido.
En febrero de 2001 abolió por decreto la Ley de Seguridad del Estado, en vigor desde octubre de 1974, decisión que fue saludada por los organismos de derechos humanos, entre ellos Amnistía Internacional. El decreto confería al ministro del Interior autoridad para detener sin cargos ni juicio a individuos durante un período de hasta tres años. Previamente, el emir había ordenado la excarcelación de 316 presos y detenidos políticos recluidos en relación con los disturbios civiles de los años noventa y convocó a un referéndum en el que los ciudadanos de Bahrein votaron por aplastante mayoría en favor de la Carta Nacional, que establece una monarquía constitucional y un gobierno basado en la separación de los tres poderes: legislativo, ejecutivo y judicial. Los ciudadanos de ambos sexos tendrán derecho a participar en la vida pública y a votar. La Carta establece además un sistema legislativo bicameral con un Parlamento designado por elección que tendrá plenos poderes legislativos, y un Consejo Consultivo (Majlis al Shura) designado por nombramiento directo. En febrero de 2002 anunció elecciones legislativas para el año siguiente y la elaboración de una Constitución con el reconocimiento de la igualdad de derechos entre el hombre y la mujer. Los grupos de la oposición, sobre todo shiitas, enfrentados a la familia Al-Khalifa (de tradición sunnita) que gobierna desde hace tres siglos, ha expresado su confianza al soberano. En dos años han cambiado las perspectivas políticas del más diminuto Estado independiente del Golfo, cuya capital, Manama, fue el primer centro administrativo del poder colonial británico en la región.
El emir Hamad ha sido el único estadista de la nueva generación de dirigentes árabes -los jovenes reyes de Marruecos, Jordania y el presidente de Siria- que ha emprendido reformas políticas efectivas y logró desactivar la “intifada” bahreiní, que la oposición había organizado contra el gobierno de su padre.