14.5 C
Buenos Aires
sábado, septiembre 21, 2024

Fadlallah, Rabih

BiografíasFadlallah, Rabih

Rabih az-Zubayr ibn Fadl Allah o Fadlallah fue uno de los más destacados caudillos defensores de la libertad del continente africano.

De origen árabe-nubio, nació en 1842, en Halfaya Al-Muluk, cerca de Khartum, capital de Sudán. Desde niño vivió en la pobreza y en contacto con una naturaleza agreste, el desierto del Sáhara, al tiempo que recibió las enseñanzas del Corán, libro sagrado del Islam.

Soldados-esclavos veteranos, los bazingiris, de los enclaves fortificados llamados zaribas, lo entrenaron en la carrera de las armas y comenzó a participar en acciones bélicas, peleó en luchas intertribales y combatió contra las incursiones europeas procedentes del Mar Rojo.

Perteneció a destacamentos de caballería de élite que apoyaron al jedive de Egipto en sus campañas militares. Fue seleccionado, por su conocimiento de la geografía africana, para guiar la expedición de la exploradora Alexandra Tinné entre 1862 y 1864.

Se destacó como un experto jinete, avezado en el uso de las armas: alfanje, daga, lanza, arco y flecha, y en la lucha cuerpo a cuerpo. En la guerra con el ras de Etiopía, que era ayudado por portugueses e ingleses, herido de gravedad, recibió el reconocimiento de su jefe por el valor demostrado en el conflicto.

Por eso el pashá de Bahr el Ghazal, tributario del jedive, con quien había participado en muchos combates, lo nombró su lugarteniente en 1872.

Hacia 1874, encargado de la defensa del Sudán, pasó a la ofensiva. En un año de acciones combativas, conquistó el importante sultanato de Darfur. Pero el jedive egipcio quería el territorio para sí, y engañó y apresó al pashá.

Esto provocó la rebelión de su hijo Suleymán. Rabih se puso a sus órdenes, pero no pudo evitar la derrota del ejército de Bahr el Ghazal en julio de 1879 ante las tropas egipcias, reforzadas con mercenarios ingleses bajo el comando del general Gordon y el coronel Gessi.

Rabih no se rindió y se retiró al oeste con un millar de sus fieles, hombres escogidos que lograron llevarse 400 fusiles. Con este arsenal y nuevos reclutas, comenzaron a labrarse un reino entre el Nilo y el Ubangui, en tierras de Kreich y Dar Benda, al sur del Ouadai, en Chad.

El legendario mahdí, Mohamed Ahmed, vencedor de Gordon, le envió embajadores a Rabih en 1886; se efectuó la alianza entre los líderes pero la prematura muerte del conquistador de Khartum no permitió que unieran sus fuerzas contra el enemigo común europeo.

En 1887 Rabih invadió Darfur para arrebatárselo a los angloegipcios; logró establecerse en Dar Kouti, donde creó una especie de marca fronteriza con sus territorios de Chad. Sus posesiones crecieron con la conquista de la región de Ubangui-Chari. Junto a su sobrino y lugarteniente, Mohamed al-Senoussi, tomaron Dar Runga, Goula y Banda Nagao.

La expansión de un nuevo poder en África central no era bien vista por los colonialistas; los franceses enviaron una expedición punitiva, dirigida por el explorador Paul Crampel, y éste intentó presionar a Rabih, en Dar Banda se recurrió a la violencia y la tropa gala fue exterminada. Quedaron más de 300 rifles modernos en manos de los africanos.

Fortalecidas sus huestes, Rabih atacó el reino de Baguirmi, protectorado francés, una estratégica posición al sudeste del lago Chad, que dominaba parte de la ruta de las caravanas.

Realizó un sitio en regla contra la ciudad de Manjaffa, donde se hizo fuerte Gwaranga, el aliado de Francia, y tras combates que duraron seis meses, tomó la plaza al asalto y agregó una importante región a su imperio en marzo de 1893.

Después Rabih se reunió con sus oficiales y quedó decidida la invasión al otrora brillante imperio de Bornú, en el Sahel, entonces decadente y amenazado de ocupación por los europeos, tanto franceses como ingleses y alemanes, que avanzaban desde el Norte, el Oeste y el Sudoeste.

La campaña comenzó con la captura de Karnak Logone. Luego hubo varios encuentros de tanteo con las tropas de Bornú; se trató de evitar la guerra, entraron en negociaciones con el Shehu Hashim para efectuar una unión y crear un frente contra los colonialistas, pero este monarca es asesinado por su sobrino Kiyari.

El nuevo Shehu atacó por sorpresa a Rabih; en la batalla de Gashegar éste se replegó, volvió a la carga al día siguiente y venció Kukawa, capital de Bornú, que fue tomada por los chadianos.

Comenzó una era de paz. Rabih gobernó un imperio de 900.000 kilómetros cuadrados que abarcaba casi todo Chad, y parte de los actuales estados de Camerún, Níger, Nigeria y la República Centroafricana.

Estableció la capital en Dikoa. Favoreció el comercio, protegió las rutas de las caravanas y negoció con la Real Compañía Británica del Níger. Promulgó un código legal basado en la sharia (ley islámica), reorganizó los impuestos, creó un presupuesto para mejorar la producción agrícola y la sociedad del país.

Pero la tranquilidad duraría poco, los franceses querían eliminar el obstáculo que constituía el imperio islámico chadiano. Era una prioridad para sus miras en África. En 1899 enviaron al explorador Ferdinand de Béhagle, un provocador que fue hecho prisionero. Con el pretexto de la captura del agente, comenzaron las hostilidades.

La columna del capitán Bretonnet presentó batalla en Togbao, a orillas del río Cari. Rabih aceptó el reto y destruyó al enemigo, capturando sus armas y tres cañones. La ofensiva franca la continuó el mayor Emile Gentil. Rabih le salió al paso con su caballería en Kouno y obligó a esta columna a retroceder con grandes pérdidas.

Luego chocó con la tropa del capitán Rabillot. Tras varias horas de combate, se batió en retirada por faltarle municiones. Entonces desarrolló una campaña de guerrillas contra las líneas de abastecimiento, los correos y las patrullas de los galos, que se acercaban a sus posiciones.

En Kousséri, al norte del actual Camerún, el 22 de abril de 1900 el caudillo chadiano se enfrentó con tres columnas francesas comandadas por el mayor Lamy, con bajas por los dos ejércitos. El jefe galo murió en la acción, pero se impuso la enorme superioridad en armas de los europeos.

A pesar de estar en desventaja, Rabih logró romper el cerco enemigo, pero mientras cubría la maniobra de flanqueo de la caballería, una bala derribó a este defensor de la soberanía africana, quien se convertía así en un símbolo de la liberación.

La caída en combate de Rabih inspiró a hijos y seguidores; ellos recogieron su espada y prolongaron la lucha contra los invasores coloniales, cuya contienda solo se dio por terminada en 1911, al caer la fortaleza de Ndelé, último baluarte chadiano en la meseta de Massif, en el norte de la República Centroafricana.

Rabih az-Zubayr ibn Fadl Allah fue uno de los grandes guerreros del Africa sahariana; nunca cedió a la fuerza de los enemigos y su intransigencia sirvió de ejemplo a otros luchadores por la emancipación de la nación.

En esta tierra de decenas de etnias, jamás cesó la resistencia contra los franceses: los beduinos, los tuaregs y los saras mantuvieron la oposición frontal al colonialismo y, en 1960, con la independencia, surgió la República de Chad, como legado de abnegación y heroísmo.

Fuente: Rafael de la Morena Santana (agencia Prensa Latina).

Más

Benrós, Gardenia

Cantante y compositora caboverdeana

Abacha, Sani

Político y militar nigeriano, presidente de la República (1993-1998)

Bashir, Omar Hassan Ahmad al-

Presidente sudanés (1989 - )

Khadafy, Muammar

Líder libio

Dikongué, Henri

Músico camerunés

Bokoko, Sylvie

Escritora congoleña